Cuando
éramos pequeños nos dijeron que para llegar a ser felices en esta vida
deberíamos esforzarnos en estudiar la carrera de aquello que más nos gustase.
Nuestra
vida debería entrar en la siguiente etapa, el mundo laboral, aquel que se nos
presentaba como un mundo de oportunidades en el que poder realizarnos y a
través del cual conseguiríamos el medio para la subsistencia, ese mismo que hoy
pinta un oscuro y tenebroso paisaje. Estamos ante una época en la que ni existe
el trabajo, ni se le espera...
Ante tal
desaliento sólo tenemos dos alternativas, recurrir al trabajo y la perseverancia
para intentar levantar esto o huir. A
priori la opción más laboriosa es la propia permanencia en el lugar,
puesto que el contexto social donde se desarrolla la cuestión es desalentador y
no invita al optimismo, deberá transcurrir mucho tiempo y requerirá un gran
esfuerzo sacar esto adelante. La más sencilla en su inicio, huir... Sencilla
porque montarse en autobús, un tren, o un avión es fácil, lo complicado es una
vez hallado el destino y encontrado el trabajo poder adaptarse en plena
soledad, lejos de aquellos a los que queremos.
Aún sin
saber cuál será el camino de cada uno, estoy seguro de que dentro de unos años
me preguntaré dónde están mis amigos, aquellos que hoy viven a tan sólo unos
minutos y que quizá no dentro de mucho tiempo tengan que hacer las maletas para
asentarse a unos miles de kilómetros, pero lo peor de todo es que no seré el
único, las generaciones anteriores y posteriores a la mía están y estarán en la
misma situación y más lamentable aún es la posibilidad de que éste sea el patrón
a seguir por quienes aún no han iniciado el curso de sus titulaciones.
Es muy
probable que ese cuadro quede colgado en solitario en el hogar del lugar que
nos vio nacer y crecer, el mismo que algún día, presentes o en la distancia,
veremos resurgir. Eso sí, siempre conservaremos la esperanza de algún día poder
volver.
Y es que
mis amigos y yo nacimos en el momento equivocado y en el lugar impreciso.
Jesús M.R.
20 de marzo de 2013
Taller de escritura creativa, con Luisa Cuerda Nuñez, a partir de los temas de la canción "Marta, Sebas, Guille y los demás" de Amaral
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