La construcción de la Ronda
Exterior Este de Valladolid finalizaba hoy, 15 de julio, según una noticia
publicada por El Día de Valladolid. Así lo aseguraba ante este periódico FCC,
la empresa encargada, que una vez acabada automáticamente debería pasar a la
administración competente, en este caso el Ministerio de Fomento.
Tras 30 años sobre el papel,
desde que fue proyectada y recogida en el PGOU de Valladolid en 1984, la obra,
que presenta además varios años de retraso debido a la actual crisis económica,
no será inaugurada por el momento. Su puesta en servicio a disposición de la
ciudadanía está supeditada a la presencia de la actual ministra de Fomento, Ana
Pastor, sin lógica alguna. El delegado de gobierno dice que “no existe una
fecha cerrada” para que asista al acto, aunque, está claro que es algo que se
puede hacer sin su presencia y posteriormente inaugurar (con la ministra presente,
si es que resulta imprescindible). Ante la imperiosa necesidad de que la máxima
representante del Ministerio de Fomento este presente y la imposibilidad de
apertura hasta que la susodicha esté disponible, primando el interés político
sobre el interés público de esta infraestructura que el propio Gobierno de
España describió como “obra importante”, de “gran complejidad”, y “proyecto
estratégico para Valladolid y los vallisoletanos”.
Es aquí en la reflexión sobre
estas palabras donde vemos la hipocresía de nuestros políticos, que ensalzan
obras civiles con la boca llena, tal cual la tienen cuando acuden a los actos
de inauguración gracias a una cinta, una carpa, y un catering que todos
nosotros les pagamos.
Ya lo vivimos en tiempos no tan
lejanos cuando por diferencia de meses se seccionó en dos tramos la apertura de
esta misma autovía de circunvalación; José Blanco acudió en dos ocasiones para
inaugurar un primer tramo de la mitad de longitud que el actual (6,1km), y la segunda
para el irrisorio recorrido de un escaso kilómetro entre las carreteras de
Segovia (A-601) y Soria (A-11).
¿Para qué la comisión de Fomento
del Congreso de los Diputados aprobó una proposición no de ley del PP, el 24 de
junio, para la puesta en servicio de la VA-30?, y es más, ¿para qué tanta
floritura en el palabrerío del diputado popular, Alfonso Pastor, como las
frases antes mencionadas o la de “esta obra refleja el compromiso de Fomento y
del PP por una gestión responsable… ¿dónde está esa gestión responsable si esta
autovía no ha sido inaugurada con puntualidad? Y lo que es peor aún, ¿qué rigor
sigue este y todos los Gobiernos para en estas circunstancias no saber siquiera
una fecha de apertura?
Este país, vive su sexto año
consecutivo de crisis, y realiza el supuesto esfuerzo de continuar construyendo
carreteras como en este caso, pero si ese esfuerzo viene seguido de un circo de
estas características tendremos que esperar a que acabe su feria para que esta
ciudad se pueda circunvalar al volante con fluidez.
Jesus M.R.
Valladolid 15 de julio de 2014
Jesus M.R.
Valladolid 15 de julio de 2014
Más claro el agua. Ole tus huevos.
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