En apenas unas horas comienzan las fiestas en Valladolid, y
como es habitual el pistoletazo de salida tendrá lugar desde el balcón de la
Casa Consistorial, en la Plaza Mayor.
Una plaza que presume de ser aquella cuyo modelo fue
exportado a lugares como Salamanca o Madrid (Panadería), o figurar entre las
más grandes de España; pero que además, continúa siendo el centro neurálgico
de la ciudad.
Su utilización para todo tipo de acontecimientos a lo largo
del año aporta una vida diaria de la que no todos los espacios homólogos de
otras localidades gozan. Es por ello que continuamente está de actualidad, sin
ir más lejos, en este 2016 son varios los temas que han salido a la luz… alguno
de ellos con origen en un pasado no tan lejano.
RAMPA – ESCENARIO – CONCIERTOS
Volvamos al ahora, al dentro de nada o casi nada, chupinazo,
fiestas, la plaza a rebosar, todos mirando al balcón…, pero para entonces habrá
sido inevitable echar un vistazo al escenario, ¡ha cambiado! Sí, se podría
decir que es más actual, pero ¡no! No nos vamos a detener en el diseño. Quizá
este escenario sea estos días fruto de críticas y alabanzas, aquí os cuento
parte de su origen. Se remonta a poco más de mediados de los 90 con una Plaza
Mayor en obras, una remodelación que finalizaría en 1997 y que devolvería a
este lugar, con la mayor fidelidad posible, casi, a su imagen inicial. Pero hubo
una parte que quedo fuera del proyecto, el traslado de los accesos del aparcamiento a
la parte posterior del consistorio, para alivio del espacio libre. Desechado,
apartado en un cajón y casi olvidado estuvo durante años, con algún intento de
meditar sobre ello, pero poco más, hasta este año en que el ayuntamiento hablo
del tema, de las nulas posibilidades por considerar innecesario un gasto
elevado. Por eso era este uno de los puntos clave de cara a fiestas. Sin
rampas, el escenario anterior podría moverse y ganar espacio, pero a falta de
cuantiosos recursos económicos están las ideas.
El nuevo escenario, aparte de
las mejoras técnicas de iluminación, sonido, etcétera; está situado sobre la
rampa de salida del aparcamiento, sin necesidad de obras y permitiendo su
utilización, esto supone que su ubicación ha sido retrasada unos metros en
dirección oeste ganando espacio delante para el público (hasta 2.000 personas
más, según fuentes municipales) y desahogando la plaza.
SIN BUS – SIN PARADA – PEATONALIZACIÓN II ERA
En tiempo de fiestas, celebraciones y eventos varios los
autobuses urbanos suprimen su parada de la calle Ferrari, y dejan de pasar por
la plaza. Esta medida habitual se lleva a cabo no pocas jornadas anualmente,
con los consecuentes trastornos. Tras casi 20 años de su reforma, y tras 34
desde el cierre al tráfico de la calle Santiago para su posterior
peatonalización, hemos vivido 3 décadas de contínua desaparición de plazas de
aparcamiento en la zona centro, de cierre de calles a la circulación,
remodelaciones del paso del tráfico, es lo que se conoce como la temida
peatonalización. Un proyecto en expansión que podríamos decir se encuentra a
punto de iniciar la Segunda Era, ir más allá supone dar grandes pasos, tomar
decisiones difíciles y trascendentales, y la Plaza Mayor no se libra. Al
anterior punto de los accesos al parking, se une el paso de buses por el carril
adoquinado, y es que la prometida reforma de líneas de AUVASA y la apuesta por
el peatón podría hacer que los buses tuviesen que buscar una alternativa al
recorrido: Ferrari - Plaza Mayor – Pasión – Santa Ana – María de Molina. Así
como la parada antes mencionada. Un duro revés, un paso que debe ser estudiado
y meditado a conciencia, con la búsqueda de alternativas que garanticen una
combinación de buenas comunicaciones con un casco histórico libre de
contaminación y vehículos.
IMAGEN DE VALLADOLID
Este no es un blog de historia, pero sí resulta necesario
hacer apuntes históricos que sitúen al lector, que podrá recordar aquello de la
reforma integral de 1997.
No se llevó a cabo al 100%, de hecho, se podría decir
que tras 19 años, este va a ser el primero en que la imagen de la Plaza Mayor
muestre su mejor aspecto, puesto que hasta hace pocos años los edificios de
nº18 y nº19 estuvieron en obras, y cuando estas acabaron, el inmueble de los
números 15-16 dónde antes se ubicaba la mítica ferretería Villanueva aún
continuaba sin carpintería, recientemente instalada. Esto unido a la
rehabilitación de la fachada del número 2 de la calle Santiago, esquina con
Plaza Mayor y junto a los mencionados 15-16, y el retejado de varios inmuebles
frente al consistorio permiten que Valladolid luzca justo a tiempo para las
fiestas. A debate queda si el color granate o almagre es el más adecuado para
imitar el ladrillo rojizo, o si el ayuntamiento debería conceder ayudas a todas
estas reformas.
EN RESUMEN
Hace un año, el concejal de urbanismo, Manuel Saravia,
planteaba los usos del espacio de esta
plaza en defensa del espacio urbano de uso y disfrute público. Durante
estas fiestas y tiempo después serán muchos los que opinen al respecto de todas
las cuestiones antes mencionadas. Pero es importante realizar una crítica con
conocimiento de causa.
La vida en la ciudad pasa por este lugar en el que todos han
estado alguna vez, y en el que todos se han visto reflejados. Simplemente se
trata de ser medianamente exigentes a la hora de hacer un análisis de este
espacio que desde 1997 cuenta con una imagen identificativa que la ha
convertido en icono dentro y fuera de la ciudad, reclamo de turistas y
paisanos. Por ello es normal que siempre este de actualidad.
Que todo el mundo opine, e intercambie ideas y que estas
trasciendan, que nos podamos ahorrar la obra de sacar las rampas pero tengamos
más espacio para el esparcimiento, que busquemos la manera de crear una
dualidad que permita la total peatonalización de espacios pero que encuentre
alternativas adecuadas y razonables para la continuidad del comercio
tradicional, que sepamos valorar la imagen de una Plaza Mayor sometida a un
continuo debate que evidencia que este, aunque no demográfico, sigue siendo su
centro neurálgico… antes, durante y después de sus fiestas.
¡Viva Valladolid! ¡Felices Fiestas!
Valladolid, 2 de septiembre de 2016
Jesús M.R.